Esta información fue publicada originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.

QUIMIOTERAPIA
La quimioterapia funciona al detener o hacer más lento el crecimiento de las células cancerosas, las cuales crecen y se dividen con rapidez.
La quimioterapia se usa para:
Usarse para curar el cáncer, para reducir las posibilidades de que regrese el cáncer, o para detenerlo o hacer lento su crecimiento.
O para usarse para hacer más pequeños los tumores que causan dolor y otros problemas.

A quién se da quimioterapia
La quimioterapia se usa para tratar muchos tipos de cáncer. Para algunas personas, la quimioterapia puede ser el único tratamiento que reciben. Pero, con más frecuencia, usted recibirá quimioterapia y otros tratamientos del cáncer. Los tipos de tratamiento que usted necesite dependerán del tipo de cáncer que tiene usted, si se ha diseminado y a qué lugar, y si tiene otros problemas de salud.

La quimioterapia puede causar efectos secundarios
La quimioterapia no solo destruye las células cancerosas que crecen con rapidez, sino también destruye o hace lento el crecimiento de células sanas que crecen y se dividen con rapidez. Ejemplo de esto son las células que revisten su boca e intestinos y las que hacen que crezca su pelo. El daño a las células sanas puede causar efectos secundarios, como llagas en la boca, náuseas y caída del pelo. Los efectos secundarios con frecuencia mejoran o desaparecen después de que usted termina la quimioterapia.
Hay muchas formas con las que usted puede manejar los efectos secundarios de la quimioterapia.
Para más información, vea la sección: Recomendaciones para los posibles efectos secundarios.

INMUNOTERAPIA
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer. Se usan varios tipos de inmunoterapia para tratar el cáncer:

1. Inhibidores de puntos de control inmunitario, son fármacos que bloquean los puntos de control inmunitarios. Al bloquearlos, estos fármacos permiten que las células inmunitarias respondan con más fuerza al cáncer.
2. Vacunas de tratamiento contra el cáncer, funcionan al fortalecer la respuesta del sistema inmunitario contra las células cancerosas. Las vacunas de tratamiento son diferentes de las vacunas que ayudan a evitar las enfermedades.
3. Inmunomoduladores, son sustancias que intensifican la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer. Unas de estas sustancias afectan partes específicas del sistema inmunitario, mientras que otras afectan al sistema inmunitario en una forma más general.

Las diferentes formas de inmunoterapia pueden administrarse en formas diferentes. Estas son:

1. Intravenosa (IV). La inmunoterapia se administra directamente en una vena.
2. Oral. La inmunoterapia se da en tabletas o cápsulas para tomarse por la boca.

RADIOTERAPIA
La radioterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que usa altas dosis de radiación para destruir células cancerosas y reducir el tamaño de tumores.
En dosis altas, la radioterapia destruye las células cancerosas o hace lento su crecimiento, al dañar su ADN. Las células cancerosas cuyo ADN está dañado irreparablemente dejan de dividirse o mueren. Cuando las células dañadas mueren, se descomponen y el cuerpo las desecha.
La radioterapia no destruye de inmediato las células cancerosas. Se requieren días o semanas de tratamiento antes de que el ADN esté dañado lo suficiente para que mueran las células cancerosas. Luego, las células cancerosas siguen muriéndose semanas o meses después de terminar la radioterapia.
Este tratamiento se realiza en Centros de Radioterapia.

TERAPIAS TARGET DIRIGIDA
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento que actúa sobre los cambios en las células cancerosas que promueven la formación, la multiplicación y su diseminación. Es un tipo de tratamiento que actúa sobre las proteínas que controlan la forma en que las células cancerosas se multiplican, dividen y diseminan. Es la base de la medicina personalizada de precisión. A medida que los investigadores aprenden más sobre los cambios del ácido desoxirribonucleico (ADN) y las proteínas que inician el cáncer, mejoran la capacidad de diseñar tratamientos dirigidos a estas proteínas.

Tipos de terapias dirigidas: Para la mayoría de las terapias dirigidas se usan medicamentos micromoleculares o anticuerpos monoclonales.

TERAPIA HORMONAL
La terapia hormonal es un tratamiento que hace lento o detiene el crecimiento de cánceres de mama y de próstata que usan hormonas para crecer.

La terapia hormonal se usa para:

1. El tratamiento del cáncer: La terapia hormonal puede hacer que disminuya la posibilidad de que regrese el cáncer o que se detenga o sea más lento su crecimiento.
2. Alivio de los síntomas del cáncer: La terapia hormonal puede usarse para reducir los síntomas o evitarlos en hombres con cáncer de próstata que no pueden realizar cirugía o radioterapia.

Tipos de Terapia Hormonal:
La terapia hormonal está comprendida en dos grupos amplios; es decir, los que bloquean la capacidad del cuerpo para producir hormonas y los que interfieren en la forma como las hormonas se comportan en el cuerpo.

Su médico en cada consulta le preguntará cómo se siente, le hará un examen físico y ordenará estudios , que pueden incluir análisis de sangre, resonancia magnética, radiografías, tomografías computarizadas o exploraciones con PET, entre otros. No se puede decir si la quimioterapia u otros tratamiento está funcionando basándose en sus efectos secundarios, ya que los efectos secundarios no tienen nada qué ver con el modo en que el tratamiento esté actuando sobre el cáncer.

La quimioterapia es uno de los tratamientos que se utiliza para el cáncer y llega prácticamente a todas las partes del cuerpo. Actúa sobre las células cancerosas alterando su ciclo de división, pero también puede afectar al crecimiento de las células normales y puede causar efectos secundarios, aunque esto no significa que cada persona vaya a experimentarlos a todos, cada paciente reacciona de un modo diferente.
Afortunadamente, la mayoría de los tratamientos se toleran bien. En el caso de presentar efectos secundarios, hay algunas recomendaciones para disminuirlos.
Para mantenerse saludable después de la quimioterapia, es importante cuidar mucho la salud general. Esto incluye también cuidar la salud bucal y prevenir las infecciones, entre otras medidas.
El paciente es parte muy importante del equipo de salud, por eso, es necesario que pueda involucrarse durante el tratamiento, prestar atención a las pautas y cuidados que indiquen los profesionales de la salud y manifestar los síntomas que se presenten durante el tratamiento.
Algunos de los efectos secundarios más frecuentes de la quimioterapia son la fatiga o cansancio y las náuseas o vómitos.


Recomendaciones antes de concurrir a la aplicación de la quimioterapia

1. No concurrir al tratamiento en ayunas, a menos que tenga que realizar una extracción de sangre.
2. Desayunar liviano y con alimentos secos, por lo menos 2 horas antes.
3. Antes del tratamiento, evitar almorzar comida muy pesada y de difícil digestión.
4. El enfermero o enfermera que lo asista, le administrará medicación antes de la quimioterapia para prevenir las náuseas y los vómitos.

Recomendaciones generales para después de la sesión de quimioterapia

1. Se recomienda hacer una dieta baja en grasas, poco condimentada y liviana.
2. Fraccionar la alimentación diaria en porciones pequeñas y realizar seis comidas al día.
3. Incorporar abundante líquido, de preferencia agua a temperatura ambiente. Se sugiere beber pequeños sorbos de manera constante.
4. Cuidar bien la boca. La quimioterapia puede causar resequedad en la boca o úlceras. Se recomienda: cepillarse los dientes y las encías 2 o 3 veces por día durante 2 a 3 minutos cada vez, con un cepillo de dientes con cerdas suaves.
5. Es importante evitar contraer infecciones para ello, sugerimos, adoptar prácticas seguras al comer y beber durante el tratamiento:
- No comer ni beber nada que pueda estar crudo o en mal estado.
- Consumir agua segura.
- Cocinar y almacenar los alimentos de manera segura.
- También lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.

6. Salir a caminar, de acuerdo con sus fuerzas, sin exigirse, y aumentar gradualmente las distancias que camina si fuera posible.

Recomendaciones nutricionales generales durante el tratamiento

1. Evitar alimentos picantes, grasos, salados o ácidos.
2. Tomar abundante líquido, especialmente agua.
3. Cepillarse los dientes suavemente después de cada comida.
4. Permanecer sentado una o dos horas después de comer, para facilitar la digestión de los alimentos.
5. Tomar la medicación que el médico le indico para evitar las náuseas en el horario indicado.

No todas las personas presentan efectos secundarios al tratamiento, pero si alguno de ellos se presenta, le sugerimos las siguientes recomendaciones:

Si ud. se siente fatigado
Se recomienda descansar por periodos breves, pero lo que considere necesario, mantenerse activo caminando o realizando actividades en los momentos en que se siente con más fuerzas, y tomar abundantes líquidos especialmente agua.

Si tiene nauseas o vómitos
Tomar medicamentos contra las náuseas, siempre y cuando sea recetado por el médico. No tomar bebidas que contengan cafeína o sean gaseosas, comer alimentos en pequeñas cantidades con mayor frecuencia, priorizar alimentos cocinados de forma sencilla que favorezcan la digestión (a la plancha, al microondas, al vapor…) frente a alimentos grasosos como los fritos, etc., y beber líquidos a temperatura ambiente y a pequeños sorbos. Evitar recostarse en la hora posterior a las comidas.

Si presenta Mucositis (llagas en la boca)
Mantener una correcta higiene bucal, utilizar un cepillo de dientes suaves.
Modificar la textura de la dieta, por ejemplo, evitar la corteza del pan o pan tostado y comerse la miga o consumir pan de molde. Priorizar comidas como el pescado blanco o la carne con salsa suave. Tomar cremas o purés, así como sopas o tortillas, y evitar alimentos ácidos, picantes o muy calientes.

Cuando el sistema inmune está debilitado
Su médico le realizara estudios de sangre con frecuencia, ya que las personas que siguen un tratamiento con quimioterapia pueden tener una disminución de los glóbulos blancos (neutrófilos) encargados de combatir infecciones, por lo que pueden ser más vulnerables. Por ello es importante mantener distancia con las personas que tengan alguna enfermedad infecciosa, lavarse las manos con frecuencia y llevar una dieta sana y equilibrada.

¿Qué hacer si hay sensibilidad al frío, hormigueo o calambres en las manos o pies?
En este caso se recomienda evitar comidas y bebidas frías. Abrigarse bien en climas fríos y proteger las extremidades mediante el uso de guantes y calcetines gruesos.